Los espacios públicos abiertos son áreas o espacios al aire libre de acceso generalizado y de libre tránsito que están destinados al disfrute y aprovechamiento colectivo.1 Entre estos espacios se encuentran las áreas verdes urbanas (parques, jardines y huertos), plazas y explanadas, espacios deportivos y miradores. Estos espacios tienen funciones como promover la interacción social y la inclusión, el intercambio económico, la expresión cultural, el bienestar y la salud.2 Al interactuar con otras personas y formar grupos para convivir, se desarrolla la unión entre los ciudadanos, el orgullo por el lugar donde viven y, en consecuencia, aumenta el capital social (relaciones productivas y de cooperación entre personas).3
Los espacios públicos abiertos son fundamentales para la salud de la humanidad y del planeta. Existen múltiples beneficios para las poblaciones cuando se tiene acceso a espacios públicos abiertos; pasar tiempo libre en ellos puede mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés percibido y aumentar la sensación de bienestar.3 Estudios en Ciudad de México realizados por el Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional
de Salud Pública (INSP) han mostrado que vivir
cerca de un parque en áreas con una densidad
poblacional moderada o baja está relacionado
con una mejor salud mental.4 Asimismo, el uso
frecuente de áreas verdes durante el periodo
de contingencia a causa de la pandemia por
COVID-19 se asoció con una mayor sensación
de bienestar.5
Además, tener una vista al parque desde un lugar de trabajo, estudio u hogar, tiene efectos benéficos sobre la salud mental.3
Otros beneficios de estos espacios son de
tipo económico y ambiental. Por ejemplo, las
propiedades cercanas a parques adquieren
mayor valor económico. Las zonas cercanas a
espacios públicos abiertos con áreas verdes
también contribuyen a disminuir la contaminación del aire y la temperatura, el ruido del
tráfico, y aumentan la biodiversidad.3,6,7 De esta
forma, los espacios públicos abiertos han sido
señalados como características urbanas necesarias para la edificación de ciudades saludables, resilientes y sostenibles, y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas.8,9
Los espacios públicos abiertos también ofrecen oportunidades para realizar actividad física, ya sea por recreación (como caminar o hacer otras actividades físicas por ejercicio o deporte) o por transporte (como caminar o andar en bicicleta para ir de un destino a otro). Como es bien sabido, la actividad física tiene múltiples beneficios para la salud, incluyendo un menor riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes3 y una mejor salud mental.10 La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa por semana11 para obtener estos beneficios para la salud. En México y América Latina, los espacios públicos abiertos se encuentran dentro de las características urbanas más relevantes para fomentar el cumplimiento de la recomendación.12,13 Los parques (40.7%), las áreas verdes (25.1%) y explanadas (12.1%) son los espacios públicos que más contribuyen a la práctica de actividad física total y recreativa en adultos mexicanos.13 Los parques también se asocian con mayor volumen de actividad física de transporte.
A pesar de lo anterior, la calidad de estos espacios puede ser una limitante para que sean utilizados o, incluso, apreciados. Por ejemplo, un estudio realizado en la ciudad de Cuernavaca, México, reportó que las personas que percibían tener un parque cerca del hogar que era inseguro, realizaban menos actividad física que aquellas que percibían al parque como seguro.14 En cambio, diversos estudios han mostrado que una mayor calidad de los espacios públicos urbanos está relacionada con un mayor bienestar de sus residentes.15 Por lo tanto, las estrategias para garantizar el acceso a espacios públicos abiertos deberían estar siempre acompañadas de aquellas que aseguren su calidad y mantenimiento a lo largo del tiempo. Lamentablemente, esto no siempre es así. De acuerdo con un estudio realizado por investigadoras del CINyS del INSP, el 76% de los parques de la Ciudad de México no eran atractivos para los usuarios por características como exceso de basura o grafiti.16
En diversos países, principalmente de ingresos altos, se han desarrollado instrumentos para evaluar la calidad de los parques a través de las características externas e internas. Así, se ha encontrado que dentro de las características deseables de un parque y/o espacio verde se encuentran la accesibilidad, que tenga áreas de recreación y amenidades, estética natural y seguridad.17 Sin embargo, las características que atraen a población que vive en países de altos ingresos podrían diferir de aquellas que atraen a población en América Latina o, más específicamente, a la población mexicana. De acuerdo a estudios realizados por el CINyS, INSP, la estética y la inseguridad percibida son dos factores relevantes para la práctica de actividad física en nuestro país.18,19 Asimismo, el uso de los parques depende también del contexto cultural.
Por lo tanto, será importante considerar la diversidad existente en México relacionada con
la aceptabilidad de los espacios públicos y la
adecuación que se haga en ellos. Por ejemplo,
la diversidad de climas en los Estados pudiera
limitar o facilitar el uso de los espacios para la
recreación; sin embargo, algunos elementos
como vegetación o sombra artificial podrían
contrarrestar esta limitación. Para tener espacios públicos dignos y funcionales en México,
se puede vigilar y exigir que cuenten con los
elementos mínimos necesarios que marca la
Norma Oficial Mexicana, como: accesibilidad
universal, mantenimiento, restauración y mejora de los espacios públicos existentes, mobiliario para sentarse y descansar, iluminación y
sombreado natural o construido.1
Otro factor relevante en el acceso a los parques es la distribución inequitativa de este tipo de infra estructura urbana. De acuerdo a un estudio realizado en Ciudad de México, el 72% de las colonias no cuenta con áreas verdes urbanas a 300 metros a la redonda, y el acceso a este tipo de espacios depende del nivel de pobreza de la colonia, siendo aquellas con mayores niveles de pobreza las que menos acceso tienen.20 Es sabido también que los grupos de poblaciones que viven en áreas pobres y marginadas son también las más vulnerables y las que lamentablemente presentan las prevalencias más altas de enfermedades crónicas.21,22 Así, el acceso inequitativo a parques y espacios públicos abiertos representa una injusticia ambiental, al limitar el acceso a las poblaciones que más lo necesitan.23 Algunos programas como el Muévete en Bici en Ciudad de México y la Ciclovía Recreativa en Colombia, podrían aumentar el acceso a los espacios públicos abiertos para to- das y todos, siempre y cuando se buscara una distribución equitativa a través de los diferentes espacios de la ciudad.24 Este tipo de programas pone al alcance de los ciudadanos uno de los espacios públicos abiertos más importantes de una ciudad, las calles, una vez por semana exclusivamente a peatones y personas que andan en bicicleta y otros medios de transporte activo. Las evaluaciones de estos programas han mostrado que además de incrementar los niveles de actividad física, contribuyen al capital e inclusión social, y al bienestar de las pobla- ciones.25–27
En conclusión, los espacios públicos son muy importantes para la salud humana y planetaria, cuidarlos y vigilar que se encuentren en buenas condiciones es responsabilidad de todas y todos. Usa y disfruta de los espacios públicos en tu comunidad.