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Lactancia y microplásticos: un nuevo reto para la salud pública

Los microplásticos son el resultado de la desintegración de los residuos plásticos (bolsas y botellas de plástico, ropa, maquillaje, cigarros) que terminan ya sea en el agua o en la atmósfera. En el agua representan el 85% de la basura marina, mientras que en el aire han mostrado trayectorias de hasta 800 Km desde el sitio de origen dado su tamaño (menor a 5 mm de diámetro), teniendo presencia en el aire que respiramos y en el agua que consumimos. 1, 2, 10 La contaminación por microplásticos es un problema creciente que afecta tanto a la salud planetaria como a la de los humanos. Inicialmente, los microplásticos fueron detectados en peces y mariscos, pero hoy en día estas partículas han mostrado capacidad para penetrar en el interior de nuestras células. ³
El riesgo de los microplásticos radica en su composición tóxica y los posibles daños a la salud que implica ingerirlos. Un estudio realizado en 2020, identificó más de 10,000 sustancias químicas utilizadas en la elaboración de plásticos, de las cuales al menos 2,400 fueron marcadas con potencial de toxicidad.4 Para entender mejor sus efectos, se han realizado estudios, donde se introdujeron microplásticos a células humanas, demostrando que producen citotoxicidad, estrés oxidativo, reacciones alérgicas y muerte celular. Sin embargo, por cuestiones éticas, aún no existen estudios epidemiológicos a gran escala que confirmen la relación entre la exposición a microplásticos y dichos daños en humanos, siendo la población pediátrica una de las más afectadas.5 

Exposición de los lactantes

Los lactantes se encuentran en una etapa muy susceptible e importante para su desarrollo y crecimiento. Durante este periodo, la nutrición juega un papel crucial para asegurar que su organismo reciba los nutrimentos necesarios para su correcto funcionamiento, por lo que debemos cuidar y asegurar que lo que consuman sea seguro y adecuado para ellos. Pero procurar este derecho a una alimentación inocua, se ha convertido en un reto, ya que los microplásticos tienen una distribución ubicua, es decir, estamos expuestos de forma crónica en todo nuestro entorno; el polvo ha mostrado una gran cantidad de partículas de microplásticos.
Se estima que los bebés alimentados exclusivamente con fórmulas lácteas ingieren en promedio aproximado de 49 partículas de microplásticos al día, a pesar de los estándares de calidad estrictos a las que son sometidas y sin importar el envase que se utilice para su preparación.6 Los pediatras sugieren la fórmula láctea por seis meses, por lo que durante ese corto tiempo de vida, los lactantes están expuestos a cerca de nueve mil partículas de microplásticos. Otro estudio evidenció que los infantes tienen mayor concentración de microplásticos en su organismo que los adultos, en parte, debido al contacto que tienen con los biberones, vasos y utensilios de plástico. En particular, se han detectado concentraciones significativas de polietileno tereftalato (PET) y policarbonato (PC) en sus muestras fecales.7 
El polipropileno (PP), es uno de los plásticos considerados como seguros para su uso en la preparación de alimentos. Se estima que 82.5% del mercado global de biberones está fabricado con PP. Sin embargo, cuando estos biberones se someten a altas temperaturas durante la preparación de la fórmula, junto con la acción de agitar la botella y la fricción que se genera, se desprenden partículas de microplásticos al líquido, contaminando los alimentos.8 A eso hay que sumarle la acides propia de jugos y aguas elaboradas con cítricos, las que también desprendes materias primas con las que son elaborados los biberones, tales como los bisfenoles.

Efectos en la salud infantil

Existen estudios que han evaluado los daños que pueden provocar los microplásticos al cruzar las barreras biológicas, como el aumento de las reacciones inflamatorias y el desbalance de la microbiota. No obstante, todavía no hay evidencia suficiente sobre los efectos que puede ocasionar, a mediano-largo plazo, sobre el desarrollo y crecimiento de los bebés. Sin embargo, algunos estudios los han relacionado con la susceptibilidad al desarrollo de enfermedades de las vías aéreas como las infecciones respiratorias agudas, en donde se han encontrado altas concentraciones de plásticos y sus derivados. Aun así, es importante evitar el uso de fórmulas lácteas y biberones de plástico para alimentar a los infantes, por su salud presente y futura, así como por el bienestar del planeta. En este sentido, países como Francia y Japón han prohibido el uso de bisfenoles en todos los contenedores para infantes, aunque sus políticas de salud pública han permeado de forma muy sutil a otras naciones.

Lactancia materna como alternativa segura y sostenible

En su lugar, debemos promover la lactancia materna exclusiva desde la primera hora del nacimiento y hasta los 6 meses de edad. Posterior a este periodo, se debe introducir la alimentación complementaria y continuar, en caso de ser posible, con la lactancia materna hasta los 2 años. Se ha demostrado que la lactancia materna tiene múltiples beneficios tanto a corto como a largo plazo, tanto para los bebés como para las madres. Entre estos beneficios se encuentra la reducción del riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad, el fortalecimiento del sistema inmunológico del bebé, y el fortalecimiento del vínculo entre el infante y la madre. Las mujeres que amamantan tienen un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario, además de una reducción en el riesgo de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares.9 La lactancia materna también se considera una práctica sostenible, ya que representa un ahorro de recursos naturales y reduce la huella de carbono. Esto se debe a que no requiere de un proceso de producción, no genera residuos y no necesita de agua ni energía para su preparación.9 No obstante, dada la constante exposición que tenemos a los microplásticos, la leche materna no está exenta y en años recientes, estos microplásticos han sido encontrados en el 75% de la leche materna (fuente: “Microplastics found in human breast milk for the firts time”, The Guardian)

Conclusión

La exposición temprana a microplásticos representa un riesgo potencial para el desarrollo saludable de los bebés, aunque aún se requiere más evidencia científica para dimensionar su impacto. Frente a este nuevo desafío, la lactancia materna no solo es una recomendación nutricional, sino una acción clave para proteger la salud infantil y cuidar del planeta. Además de evitar, en la medida de lo posible, su uso indiscriminado.

Referencias

1. Danopoulos E, Twiddy M, West R, Rotchell JM. A rapid review and meta-regression analyses of the toxicological impacts of microplastic exposure in human cells. J Hazard Mater. 2022;427. doi:10.1016/j.jhazmat.2021.127861
2. ONU Medio Ambiente. Informe de la ONU sobre contaminación por plásticos advierte sobre falsas soluciones y confirma la necesidad de una acción mundial urgente [Internet]. [consultado 8 de abril de 2024]. Disponible en: https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/informe-de-la-onu-sobre-contaminacion-por-plasticos
3. Kadac-Czapska K, Jutrzenka Trzebiatowska P, Mazurkiewicz M, Kowalczyk P, Knez E, Behrendt M, et al. Isolation and identification of microplastics in infant formulas – A potential health risk for children. Food Chem. 2024;440. doi:10.1016/j.foodchem.2023.138246 
4.Li D, Shi Y, Yang L, Xiao L, Kehoe DK, Gun YK, Boland JJ, Wang J. Microplastic release from the degradation of polypropylene feeding bottles during infant formula preparation. Nat Food. 2020;1(11):746-754. doi:10.1038/s43016-020-00171-y. 
5.ONU Medio Ambiente. 2023. Microplásticos: consecuencias históricas de la contaminación por plásticos [Internet]. [consultado 8 de marzo de 2025]. Disponible en: https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/microplasticos-consecuencias-historicas-de-la-contaminacion-por#
6. National Geographic. Medio ambiente. 2024. ¿Qué daños producen los microplásticos para el ser humano? [Internet]. [consultado 8 de marzo de 2025]. Disponible en: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2022/04/danos-producen-microplasticos-salud-personas
7. Wiesinger H, Wang Z, Hellweg S. Deep Dive into Plastic Monomers, Additives, and Processing Aids. Environ Sci Technol. 2021;55(13):9339-51. doi:10.1021/acs.est.1c00976
8. Zhang J, Wang L, Trasande L, Kannan K. Occurrence of Polyethylene Terephthalate and Polycarbonate Microplastics in Infant and Adult Feces. Environ Sci Technol Lett. 2021;8(11):989-94. doi:10.1021/acs.estlett.1c00559  
9. Organización Panamericana de la Salud. Conoce aquí por qué la lactancia materna es buena para el bebé, para la mamá y para la comunidad [Internet]. 4 de agosto de 2020 [consultado 8 de abril de 2024]. Disponible en: https://www.paho.org/es/noticias/4-8-2020-conoce-aqui-por-que-lactancia-materna-es-buena-para-bebe-para-mama-para-comunidad
10. Bai Y, He X, Song Y, He W, Chen Y, Zhao M, Zhang J, Bai W. New insights from correlation analysis of microplastics on strawberry surfaces with microplastics in air and pesticides. J Hazard Mater. 2025 May 19;494:138676. doi: 10.1016/j.jhazmat.2025.138676.

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