En México, los desafíos relacionados con la alimentación, en donde coexisten la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas, representan un reto significativo para la salud pública, por lo que contar con información veraz y oportuna es fundamental. Para tal efecto, se lleva a cabo periódicamente la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT). Entre sus componentes, destaca el de nutrición, cuyo análisis permite identificar patrones alimentarios, estado nutricional y factores relacionados con la alimentación y nutrición de los distintos grupos poblacionales y regiones del país. Su principal objetivo es evaluar el estado alimentario y nutricional de la población mexicana a través de mediciones físicas, bioquímicas y entrevistas estructuradas. El trabajo de campo se organiza en dos equipos especializados que recorren el país de norte a sur. El equipo de enfermería y el equipo de dieta, quienes, antes de iniciar la recopilación de información, reciben un curso de inducción en el que se estandarizan conocimientos y habilidades para la toma de medidas antropométricas, la obtención de muestras de sangre venosa y capilar, así como el manejo de instrumentos de nutrición. Este curso es un elemento clave para la correcta aplicación de la encuesta. Por esta razón, se diseña un programa intensivo de cuatro semanas, con jornadas de trabajo de 9:00 a 18:00 horas, en el que se abordan aspectos teóricos y prácticos de la encuesta. Durante este periodo, se lleva a cabo una prueba piloto con el propósito de evaluar el operativo de campo y el sistema de captura. Asimismo, las brigadas llevan cartas de consentimiento informado, aprobadas por la Comisión de Ética del Instituto Nacional de Salud Pública. Los entrevistadores explican a los participantes el estudio, detallando su objetivo, la naturaleza voluntaria de su participación, la duración de las entrevistas, los procedimientos a seguir, así como los posibles riesgos y beneficios involucrados. El compromiso de los encuestadores es garantizar que cada voz cuente, proporcionando datos representativos de todo el país.

Equipo de enfermería: medición antropométrica y muestras biológicas
Los especialistas en enfermería son responsables de realizar mediciones antropométricas en los participantes seleccionados, cuyas mediciones dependerán de la edad y de algunas otras condiciones fisiológicas. En niños menores a dos años se determinan el peso, la talla, y la longitud. En niños mayores de un año, se realiza la medición de hemoglobina, y en ciertos casos, la determinación de plomo mediante punción capilar. Además, a partir de sangre venosa, se realizan determinaciones de micronutrimentos (hierro, ferritina, receptores de transferrina, vitamina A, vitamina B12, vitamina D, homocisteína y ácido fólico) en una submuestra de niños y niñas en el rango de edad de menores de 1 año y hasta los 11 años, así como en mujeres en edad reproductiva.
En la población adulta (≥20 años) se miden además la circunferencia de cintura y la tensión arterial. En una submuestra de adultos en condición de ayuno, se analizan concentraciones en suero de glucosa, colesterol, HDL, LDL y total, triglicéridos, insulina, creatinina, albúmina, ácido úrico y proteína C reactiva (como agente estabilizador) para la determinación de enfermedades crónicas. Mientras que, en otra submuestra de la población seleccionada, se determina serología vacunal (sarampión, hepatitis A, tétanos). Por lo que se refiere a los adultos mayores de 60 años, se estudian cambios en la composición corporal mediante mediciones específicas como altura talón-rodilla, circunferencia media de brazo y circunferencia de pantorrilla. Todas estas mediciones se realizan siguiendo los protocolos internacionales para garantizar resultados confiables. Para la obtención de todas estas muestras, los especialistas coordinan citas para acudir a los hogares de los seleccionados. Posteriormente, en instalaciones que facilita la Secretaría de Salud, se procesan las muestra. Este proceso incluye centrifugación, se toman alícuotas y por último se almacenan en tanques con nitrógeno líquido para su conservación y traslado a un laboratorio central del Instituto Nacional de Salud Pública, para su posterior distribución a los laboratorios que realizaran los análisis pertinentes.
Equipo de dieta: hábitos alimentarios, actividad física y etiquetado de alimentos
Por su parte, los especialistas en dieta recopilan información sobre los hábitos alimentarios mediante diferentes cuestionarios. Uno es la frecuencia de consumo de alimentos, donde preguntan la frecuencia y cantidad de consumo de una lista de alimentos en los siete días previos a la entrevista. Otro, el recordatorio de 24 horas, que permite analizar la alimentación de un día previo a la encuesta, en el cual se pregunta por los alimentos consumidos, su forma de preparación, así como el contexto de su consumo. En niños y niñas menores de 36 meses, se evalúan las prácticas de lactancia materna y alimentación complementaria. Además, el equipo de nutrición obtiene información sobre el etiquetado frontal de alimentos y bebidas empaquetadas e información sobre la actividad física realizada por escolares y adultos mexicanos.
Impacto de la ENSANUT en la Salud Pública
La información generada por este componente ha permitido cuantificar las prevalencias de desnutrición infantil, sobrepeso y obesidad en niños, adolescentes y adultos. Además, ha permitido describir el panorama alimentario y de actividad física de los mexicanos, así como las enfermedades crónicas no transmisibles que aquejan a la población. Con esto en mente, se generan e impulsan estrategias para mejorar los entornos alimentarios que han derivado en políticas públicas, programas sociales y campañas enfocadas en mejorar la alimentación y nutrición de la población mexicana.
Conclusiones
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) es una herramienta esencial y robusta en México para abordar los complejos desafíos de salud pública relacionados con la nutrición, que abarcan desde la desnutrición hasta el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas. Su meticuloso diseño, que incluye una exhaustiva capacitación del personal, el cumplimiento de protocolos internacionales y éticos, y la recopilación de una amplia gama de datos antropométricos, bioquímicos y dietéticos, asegura la fiabilidad y representatividad de la información obtenida a nivel nacional y regional.
La invaluable información generada por la ENSANUT no solo permite cuantificar las prevalencias de los principales problemas nutricionales y de salud en la población mexicana, sino que también ofrece un panorama detallado de los hábitos alimentarios y la actividad física. Esto se traduce directamente en la capacidad de generar e impulsar estrategias efectivas que se materializan en políticas públicas, programas sociales y campañas, todas ellas orientadas a mejorar la alimentación y nutrición, y en última instancia, la salud y el bienestar de la población mexicana. En síntesis, la ENSANUT en un pilar fundamental para la toma de decisiones informadas y la acción transformadora en el ámbito de la salud pública en México.
